30.6.06

Las extravagancias de Su Señoría

No salgo de mi asombro. Las carcajadas (aun cuando en realidad el tema es para llorar) me impiden comentar la noticia. Así que, simplemente, aquí la dejo:

Acusan a ex juez de masturbarse durante sus juicios
Washington, (EFE).- La conducta "inquieta" de un ex juez durante sus juicios en Bristow (Oklahoma) podría incluir más de quince masturbaciones con una bomba de alargamiento de pene, según los argumentos de la acusación en el pleito que se sigue contra él.
En un proceso que tiene estupefactos a los habitantes mayoritariamente conservadores de Bristow, en pleno corazón de EEUU, el juez retirado Donald Thompson tiene que defenderse de cuatro cargos de exhibicionismo, que podrían acarrearle diez años de cárcel cada uno y la pérdida de su pensión mensual de 7.489 dólares.

Según medios de prensa locales, Thompson, de 59 años, declaró en su testimonio ante el jurado el pasado martes que la bomba era una broma que le había regalado un amigo suyo y que tal vez la accionó de forma inconsciente en alguna ocasión.
Sin embargo, enmarcó esta curiosa afición dentro de su habitual "conducta inquieta" en los juicios, que presidió durante 23 años hasta 2004.
Este comportamiento inquieto incluía pulir sus zapatos, liar cigarrillos o mascar tabaco, pero no exhibirse o masturbarse, algo que es "inconcebible y desafía el sentido común", dijo. (A lo que yo añado: "vamos, no me jodas")
El problema para Thompson es que una relatora de su tribunal, Lisa Foster, ha afirmado que escuchó cómo el juez accionaba la bomba durante los juicios y un agente de policía llegó incluso a fotografiar el artilugio.
Foster describió cómo había escuchado un ruido extraño y se dio cuenta de que provenía del sitio donde estaba el juez.
Según la relatora, entre 2001 y 2003 vio a Thompson exhibiéndose de manera indecente por lo menos quince veces.
Durante un juicio en 2002, dijo Foster, escuchó el ruido de la bomba de succión mientras un hombre, muy emocionado, daba testimonio en el juicio por el asesinato de su nieto.
"El abuelo tenía los ojos humedecidos y el juez estaba ahí arriba dándole a la bomba. Fue nauseabundo", declaró.
Los momentos escabrosos se han mezclado a la lo largo del juicio con otros de risa nerviosa por parte del jurado, como cuando un hombre que había sido jurado en un juicio con Thompson declaró que había oído el aparato, aunque no lo había visto.
Cuando los fiscales le preguntaron cómo sabía que el ruido correspondía a una bomba de alargamiento del pene, él dijo que había visto esos artilugios en películas como "Austin Powers" o "Dead Man on Campus".

La intervención del urólogo Edward Dakil provocó las mayores carcajadas, cuando defendió el uso de este tipo de bombas frente al abogado defensor, que alegaba que es un tratamiento obsoleto para la disfunción eréctil.

"Yo todavía los uso", declaró Dakil.
"*Usted, personalmente?", le inquirió el abogado.
"`No! Los recomiendo como urólogo", respondió. EFE

28.6.06

El placer de comer. Hoy: Arroz con costillejas.


Hay quien me tiene linkeada por ahí, manifestando, entre otras cosas, que éste es un blog de recetas.
Para no dejarles por mentirosos (no es que me importe demasiado, pero vaya), es hora de que vuelva a éste, mi blog, la sección "el placer de comer".
Esta semana, os pondré los dientes largos con el arroz con costillejas del que mi santo y yo dimos buena cuenta el pasado sábado.
Ingredientes para dos personas, durante varios días:
Medio kilo de costillas troceadas (frescas, no adobadas). Ante la sugerencia de Hans, lo aclaro: costillas de cerdo, nunca, nunca, nunca de cordero
Una alcachofa.
Un puñado de judías verdes.
Un poco de cebolla.
Medio pimiento verde.
Unos cuantos ajetes o, en su defecto, dos dientes de ajo (yo no encontré ajetes y se me olvidaron los dientes de ajos, y quedó bueno igual)
Medio calabacín (esto fue invención mía en sustitución de los ajetes).
Dos tomates.
Pimentón dulce, sal, pimienta y colorante alimencio (a ser posible, marca Dia).
1 vaso de arroz.
Modo de preparación:
En la olla express se sofríen las costillas, una vez han perdido el color sangre, se cubren de agua, se cierra la olla y se deja hasta diez minutos después de que haya empezado a salir vapor. Reservar.
En la paellera (en su defecto, sartén grande, como en mi caso) se sofríen la alcachofa, el pimiento, la cebolla y el calabacín (si os acordáis de los ajetes o el ajo, también), todo ello muy troceadito.
Cuando está casi sofrito lo anterior, se añaden los dos tomates bien troceaditos, la pimienta, el pimentón y la sal y se deja un rato a fuego lento.
Se añaden las costillas y el caldo en el que éstas se han hervido (para dos personas calcular unos tres vasos de caldo).
Cuando empiece a hervir lo anterior, se le añade un vaso de arroz y el colorante.
Se deja a fuego medio unos veinte minutos. Luego se aparta del fuego y se deja reposar el tiempo que tardas en poner la mesa y abrir el vino. Y listo para zampar.

20.6.06

Extrañas coincidencias.

El comentario que Sue ha hecho aquí, me ha recordado automáticamente al espectacular anuncio que la cerveza Reina hizo para los Carnavales de Tenerife, no sé exactamente qué año, creo que el pasado.
Cuando he llegado a casa, Quic, espontáneamente, me ha dicho que el comentario de Sue le recordaba a ese mismo anuncio.
La coincidencia me lleva a no poder resistir la tentación de colgar, por primera vez, un vídeo en éste, mi blog. Éste es el anuncio en cuestión, que, según tengo entendido, por problemas de logística, podréis ver todos menos Sue:

19.6.06

Somos borregos.


Los humanos somos borregos por naturaleza, lo tengo comprobado.
1.- Últimamente estoy llevando a cabo una labor experimental en los semáforos: cuando voy en Severa, me paro al lado de un coche, con el semáforo aún en rojo, acelero un poquito. En el 95 % de las ocasiones, el coche que tengo al lado avanza medio metro antes de darse cuenta de que el semáforo está rojo. Me dan ganas de gritarle ¡no te fies de mí y mira el semáforo, so borrego!
2.- Otra de semáforos: cuando al pasar un semáforo en ámbar fuerte, de esto que piensas "uff, por los pelos", miras por el espejo y siempre hay un coche que lo pasa pegado a tu culo. Joder, si yo lo he pasado por los pelos, ése se lo ha saltado en toda regla. Pero, claro, el de atrás pensará, si ése lo ha pasado, a mí también me da tiempo. Borrego.
3.- Los fumadores: somos un ejemplo claro de borreguismo. ¿Cuántas veces no encendemos un cigarro única y exclusivamente porque nuestro interlocutor se lo ha encendido?
4.- Los bebedores: más de lo mismo. ¿Cuántas veces no apuras una copa porque tu acompañante se va a pedir otra? Claro, que he de reconocer que esto a veces no es por borreguismo, sino por vagancia. Te ahorras un viaje a la barra.
Iba a hacer una conclusión, pero luego los haters se meten con los que escribimos un post estructurado, y yo, cual borrega que soy, siempre hago caso a mis mayores.

8.6.06

Poesía en estado puro


Lo ha dicho Veli aquí. Y aún cuando, es lo cierto, Quic debería hacer un monográfico sobre el tema, no he podido resistir la tentación de robar la idea y aprovechar la oportunidad de una actualización fácil.
Qué quereis, estoy de curro hasta arriba.
No recordaba yo el dramatismo, la profundidad, el compromiso social, la denuncia, la lírica, la belleza, el sentimiento, la emoción... en definitiva, la poesía en estado puro que encierra la canción, por qué no decirlo, la obra maestra que fue el tema Sopa de Caracol.
Googleleando he encontrado varias versiones de la letra de esta exquisita pieza. Me quedo con ésta:
Hepa!
Watanegui consup Iupipati Iupipati
Wuli Wani Wanaga
Watabuinegui consup Watabuinegui wanaga
Si tu quieres bailar, Sopa de caracol Eh!
Watanegui consup Iupipati Iupipati
Wuli Wani Wanaga
Iupe! Iupe!
Watanegui consup Wuli Wani Wanaga
Con la cintura muévela Con la cadera muévela
Si lo que quieres es bailar Si lo que quieres es gozar
Si tu quieres bailar, Sopa de caracol
Eh!
Watanegui consup Wuli Wani Wanaga
Watanegui Consup Iupipati Iupipati
Wuli Wani Wanaga
Iupe! Iupe!
Watanegui consup Wuli Wani Wanaga
Watabuinegui consup Watabuinegui wanaga
Si tu quieres bailar, Sopa de caracol
Eh!
Watanegui consup Wuli Wani Wanaga
Iupe! Iupe!
Watabuinegui consup Watabuinegui wanaga
Sacude! Sacude!
La cintura
Eh!
Saben quién llegó? Banda Blanca! Ricki-Tiki
Afloja la cadera! Eh! Cadera! Eh! Eh! Eh!
Watanegui consup Iupipati Iupipati
Wuli Wani Wanaga Iupe! Iupe!
Watanegui consup
wuh!
Wuli Wani Wanaga
Con la cintura muévela Con la cadera muévela
Si lo que quieres es bailar Si lo que quieres es gozar
Si tu quieres pedir Sopa de caracol
Eh!
Watanegui consup
Wuli Wani Wanaga
Se queda! Eh!

1.6.06

Estar de Rodríguez es una caca


Se supone que en esos días en que la pareja se va de viaje y te deja solo en casa, de Rodríguez, uno debe sentirse liberado, aprovechar para disfrutar de su soledad, para hacer esas cosas que no hace con la pareja... Que debe ser guay, vaya.
Pues para mí no lo es. Vale que yo soy una tía, y el término Rodríguez en este sentido siempre parece que vaya referido a los hombres que se libran unos días de "la parienta".
Obviando la gilipollez de que sólo el hombre pueda sentirse aliviado cuando la pareja se pira, resulta que en casa yo hago las tareas de bricolaje y a él le gusta ir de compras. Así que el término en cuestión me lo puedo pretender aplicar a mí misma si me da la gana.
Bueno, a lo que iba. No disfruto de mi Rodriguecería. Es un rollo patatero y un cansancio absoluto.
Ahora de verdad aprecio (antes también, aunque no lo dijera, pero ahora más) lo guay que es dividir las tareas de la casa y, sobre todo, sobre todo, sobre todo, lo maravilloso que resulta que mi santo asuma prácticamente todas las tareas en esas semanas (como la que nos ocupa) en las que curro catorce horas al día: encontrar la cena hecha cuando llego, la ropa limpia y recogida, que no haya trastos por medio, que haya comida en la nevera, que se haya sacado la basura... Y todas esas cosas de las que no puedo ocuparme cuando el curro me saca del mundo, pero que siguen en marcha casi sin que lo perciba.... hasta que no es así.
Llevo una semana comiendo crema de puerros (¿cómo coño se escribe? ¿vichesoi?), queso brie, paté y una hamburguesa del burriquín.
Pero esto no es sólo una cuestión de por el interés te quiero Andrés, no. No sirvo para estar sola.
Me crié en una casa repleta de gente, me gusta el bullicio, me gusta la compañía.
Disfruto de ciertos momentos de soledad. Por ejemplo de esos domingos en que mi santo trabaja, y yo no, y me quedo en casa, y lloro con el telefilme y me doy un bañito caliente, me pongo buena música, un buen libro, una copita de vino... Pero ya. Me basta con unas horas de vez en cuando.
Es un auténtico rollazo llegar a casa y que no haya nunca nadie. No tener con quien comentar las noticias o lo capullo que es House, echo de menos abrirme una cervecita y contarle tonterías mientras él acaba la cena... echo de menos compartir los momentos, jobar. ¡Esta mañana no he podido comentar con nadie la muerte de la Jurado!
En estos días me estoy quedando alucinada con algunos amigos míos que disfrutan viviendo, saliendo y viajando solos. A mí me parece un peñazo.
Así que, a partir de ahora, me parece genial que Quic se vaya de viaje, pero que me deje a alguien en casa para hacerme compañía, leñe.