24.2.06

Historia del otro.

Ayer fue para mi el día del conflicto árabe-israelí.
Por la noche fui a ver Munich. Me gustó mucho, aunque se me hizo un poquito larga. También es verdad que no me dormí, que es buena señal.
Yo siempre me duermo en los cines. No puedo evitarlo. LLego allí, me siento, apagan las luces, la gente se calla, y servilleta se queda dormida. De hecho, ya lo he dicho por ahí alguna vez, me parece una inversión cojonuda pagar 6 euros (o más, que últimamente la cosa es de flipar) por una hora y media o dos durmiendo sin que nadie te moleste.
Pero ayer no me dormí, pese a que la peli empezaba a las 21:30 h. y acabó a eso de las 00:00 h. Lo cual quiere decir que me gustó, sin lugar a dudas.
Y cuando llegué a casa, encima de la mesa me esperaba un paquete, lo abro y allí está, el libro que llevo esperando desde septiembre: La historia del otro.
Es un libro sobre el conflicto árabe- israelí, escrito por seis profesores de historia palestinos y seis profesores de historia israelíes (¿israelíes o israelitas? Ay, madre...).
Pedí este libro a la ONG que lo edita allá por septiembre, a través de internet. Me dijeron que me llegaría en dos semanas. Ese mismo día me hicieron el cargo en la tarjeta de crédito.
Tres semanas más tarde llamé para ver qué pasaba. Me dijeron que había huelga de transportistas.
Dos semanas después llamé para ver qué pasaba, me dijeron que no lo sabían, que me devolverían la llamada. Me la devolvieron, y me dijeron que yo no había hecho ningún pedido. ¡Pero si hasta me lo habéis cobrado!, dije yo.
Bueno, pues rehago el pedido por teléfono, pero ya no me lo cobran más veces. Me dijeron que me llegaría en dos semanas.
Esta misma conversación se ha repetido más o menos cada quince días desde entonces. Hasta que el lunes me llamó una chica, desde el propio almacén, que me aseguró que ella misma lo iba a empaquetar y a enviarmelo, y que en cuatro días más o menos lo tendría en casa. Y así ha sido.
Lástima de no haberme quedado con su nombre, para llamarla y mandarle un besazo.
Si nunca en estos meses les he mandado a la mierda y les he pedido que se metieran el libro por el culo, ha sido por dos razones:
Una, QUIERO leer ese libro. Y sólo lo venden ellos, que yo sepa. Es verdad que tienen una tienda a la que puedes ir, pagar y llevartelo tú misma, pero siempre he sido consciente de que jamás me acordaría de hacerlo, así que quería que me llegara el libro a casa.
Dos, las tías con las que he hablado siempre eran encantadoras, y siempre se las notaba realmente avergonzadas por mi situación con el dichoso libro. Me hacían sentirme incapaz de ponerme borde.
En fin, lo importante es que ya tengo el libro. Y durante estos meses me he creado tantas expectativas con él, que estoy por no leerlo, porque seguro que me decepciona.

2 comentarios:

Quic dijo...

La expectativa que te creas por las pelis y los libros es decisiva para el recuerdo que te quede de ellos. Si vas al cine o empiezas una novela sin ningún ánimo y te gusta, acabas teniendo mejor recuerdo que de otra peli u otro libro que es mejor y del que te esperabas que fuera la hostia.

noviocadáver dijo...

yo que recuerde me dormí en Terminator3, pero hubo una temporada en las que me dormía bastante a menudo. Afortunadamente ya no. A ver si te gusta el libro