20.4.08

Saturday Night Fever

La noche empezó prometedora: la lluvia y el frío no impidieron que fuéramos a un parque a presenciar el concierto de un grupo cuyo cantante llevaba un trozo digamos que considerable. Pero eso no sería lo más patético de la noche.

Seis participantes en la historia, a saber: Quic, Sue, D., G., Mademoiselle E. y servidora. Los seis nos montamos en Mari Puri y nos encaminamos a la humilde morada de ATT y Quic, previo paso por la gasolinera para el pertinente avituallamiento.

Resumamos: Alcohol, drogas, buena música, agradable conversación... G., Quic y D. enviciados con el GEOMAG... G. se quiere ir, Sue se pone otra copa... G. y D. avisan de que la puerta del baño amenaza con quedar atrancada (lo que descubrieron de algún modo que nunca sabremos)... Todos deciden marcharse, Sue pide un segundo para ir al baño… Sue se queda encerrada en el baño.

Sí, señores, son las 4:30 de la madrugada. Estamos todos más o menos borrachos, y Sue está encerrada en mi cuarto de baño.

Tras un pequeño intento de sacarla de allí, llamamos a un cerrajero de urgencia, que nos avisa de la barbaridad que, como mínimo, nos va a cobrar por salir a la calle a esas horas. Decidimos que somos más machotes que nadie, y que no hay cerradura que se nos resista.

Desmontamos la cerradura por fuera mientras Mademoiselle E. le da ánimos a Sue desde el jardincillo de la comunidad, a través de la ventana del baño. Le pasamos a Sue el destornillador, mientras ella nos pasa la llave ¿allen? que estaba guardada en el mueble del baño.

Los tornillos no salen, intentamos hacer palanca, el marco empieza a resquebrajarse. Vamos entrando y saliendo del jardín. Le damos ánimos e instrucciones a Sue. Rompemos tarjetas de crédito caducadas y dejamos algo chungo el DNI de D. Nos pasamos cigarrillos por la ventana de la cocina.

Empujamos la puerta, damos martillazos aquí y allá. Sue parte el martillo. En un momento dado, Mademoiselle E. (desde el jardín) y Sue (desde el baño) entonan el “cumpleaños feliz” dedicado a Quic. Pero él no se entera porque… ¡se ha quedado dormido en plena crisis!


La puerta está agrietada, el embellecedor descascarillado, la pletina interior torcida, el marco fuera del plano de la pared, Mademoiselle E. reparte cigarros y ánimos bajo la lluvia, G. repite una y otra vez Con que un segundo, ¿eh Sue?... Quic ronca y yo no puedo sino llorar de la risa … de perdidos al río… ¡tiremos la puerta abajo! D. se lanza repetidamente contra la puerta, y rebota contra las paredes y estanterías del pasillo. G. hace lo propio y termina cayendo de culo con notable dolor allá donde la espalda pierde su casto nombre. D. lo vuelve a intentar, y el panel central cede. Conseguimos una raja considerable.


Entra en juego ATT (que ya antes había dado notables caderazos a la puerta) y empieza a soltar patadas a diestro y siniestro, hasta que su pierna atraviesa la puerta. Ahora sí tenemos un agujero de verdad.


D. intenta en vano abrir a través del agujero. Arrancamos un poco más con las manos y hacemos un hueco lo suficientemente amplio para que Sue pueda salir de allí. Primero lo intenta de cabeza, y luego lo consigue sacando los pies. Les echo a todos de casa.
Son más o menos las seis y algo.

Quic sigue roncando. Pero yo he decidido que por mis huevos quito ese maldito picaporte interior. Me meto en el baño por el agujero y tras mucho esfuerzo arranco el maldito tornillo de la amargura. No sirve de nada. El mecanismo está fuera pero la puerta no se abre.

Son las siete y media, mejor me voy a la cama. A las 11 me despierto y empiezo a recoger trozos de madera de toda la casa. Quic se levanta con arcadas, pero no entra por el hueco de la puerta del baño. Cojo unos alicates y empiezo a arrancar trozos hasta que Quic puede entrar.

Por fin llega mi cuñado: ese héroe. En 15 minutos consigue sacar el mecanismo interior de la cerradura y, por tanto, abrir la puerta.
Y en otros 10 minutos consigue un cartón y me lo pone en la puerta para que, provisionalmente, tengamos en el baño un mínimo de intimidad.

En fin, ¿quieren ustedes pasar una noche divertida? ¡Vengan a ATT’s house! Eso sí, vengan ustedes pronto, porque aunque (sorprendentemente) los vecinos no se han quejado, después de lo de anoche no creo que tarden mucho en hacerlo.

13 comentarios:

Sue dijo...

Ay, sí, fue todo así tal cual. Sé que no hay nada que pueda decir que me libre de engordar mi fama de torpe y tocahuevos, pero que conste que ni siquiera eché el pestillo: me quedé encerrada sin más.

Anónimo dijo...

tengo varios comentarios que hacer: 1)veo que no se os puede dejar solos.
2)es una verdad como un templo que una imagen vale más que mil palabras. no tiene precio esa en la que creo reconocer a G. tirando de Sue para que salga por el agujero de la puerta
3)Quic: yo hace unos meses que ya tengo 29 y aún no me voy quedando dormida por los rincones en estos momentos tan sin par
4)esta situación me suena tanto... recordais? hace unos años, en un piso de goya, sobre todo por el "papelón" (y nunca mejor dicho) de Mademoiselle E. (qué gran nombre, Att) dando ánimos desde el jardín.

En fin, que todo muy divertido. Yo también me lo he pasado muy bien, aún estoy que me caigo, no he dormido nada.

feliz semana, Cler

Quic dijo...

A partir de ahora, sólo decir que un cumpleaños sin golpear una puerta no será lo mismo.

Y en mi descargo, añadir que en la foto se aprecia que llevo una sudadera muy chula.

Anónimo dijo...

Y yo que pensaba llamar a eso de las 10 para felicitar a Quic. Total, el cacahués ya había dado el grito hacía ni se sabe las horas, así que pienso que todo el mundo tiene mis mismos horarios. Menos mal que ni se me ocurrió. Lo peor es que aún no he hecho el amago de felicitarle. Igual un día de estos.
PD. Algo que me descolocaba era la foto de Sue intentando abrir la puerta del baño. Joer, si uno está encerrado, no tiene esa perspectiva para hacer retratos. Luego he recordado dos cosas, una que estabais como cubas, y dos, que vivís en un bajo. Pobre vecino chiflado. Debió de flipar con la madrugá del sábado...

Anónimo dijo...

Portzierto, es el mejor post documentado y fotografiado en los siglos de los siglos, amén.

qelena dijo...

si no pones fotos no me lo creo

qelena dijo...

pero ni de coña!
jajajajaaaaa jajajajajjaa

y quic roncando

jajajajaaajajajjaaaa

el hombre topo dijo...

Y ese agujero mítico en la puerta, con forma de tabla de surf.

ustedes son lo que llamo la clásica familia pop multireferencial.

Hans dijo...

Pobre, Sue, con lo sentida que es ella, que todavía me acuerdo de su avergonzamiento por llamar hijoputa a un taxista cabrón que no quiso llevarnos a casa una divertidisima noche de sábado...
En fin, veo que vuestras fiestas son sensacionales. Sólo dos consejos: no consumáis tanta droga y haced caso de esos invitados que auguran tamaño desastre.
Muy multireferencia-pop el resultado de la puerta, en efecto.
Hale, besos.
P.S.: Quic, es cierto; muy lucido el jersey pata de gallo. ¿Tal vez un poco muy Mod para tí?

Copycat dijo...

Tiene razón Cler, no se os puede dejar solos. Vaya boqueteeeeee!

Huskie dijo...

romper la puerta era algo excesivo, no?

hay que ver... menudo cristo... el nivel de alcohol debia de ser elevado....

Anónimo dijo...

Ya lo he dicho mas veces, pero q grande eres... q grande

Una de esas historias para guardar y contar

Tremendo el piriolisto durmiendo en medio de la movida, hay q joderse aquellos q tienen la conciencia tranquila q felicidad tienen en la vida,...

Un abrazo y a la proxima "fiesta" invitad por favor!!!!!

Ritxarp

mari-ici dijo...

y a mi ni nombrarme, vaya por Dios, que me comí el arroz!!!!