24.5.06

Madre no hay más que una, y a ti te encontré en la calle.




Feminista que está una, hoy quiero hacer un sentido homenaje a las mamás, esos seres que más que humanos son súper héroes que, cual un McGiver cualquiera, son capaces de hacer mil cosas a la vez sin siquiera despeinarse.

Hace ya tiempo que Quic le dedicó este post a su supermamá particular.

Yo quiero dedicar éste a poner de manifiesto mi absoluta creencia de que las madres son como son, tan madres, por la influencia de algún tipo de extraño fenómeno que tiene lugar en el momento del parto o, en defecto de éste, en el momento de firmar los papeles de la adopción.

En esta tendencia a generalizar que últimamente me caracteriza, afirmaré sin temor a meter la pata que todas las madres tienen una serie de características en común, de las que carecemos aquellas a las que la maternidad no nos ha llamado aún.

Evidentemente, para llegar a estas conclusiones me he basado principalmente en mi propia madre, que no sólo es madre, sino que lo es un porrón de veces, por lo que en ella todas estas características están muy, pero que muy, pronunciadas.

1.- El bolso: Todas las tías, por lo general, solemos llevar un gran bolso lleno de cosas que a los demás les parecen inservibles pero sin las cuales no podemos salir de casa. Pero lo de las madres es de traca.

En un bolso de madre puedes encontrar un yo-yó, una peonza, lápices de colores, tiritas, aguja e hilo, un cuaderno, kleenex, una pieza de fruta, treintamil tazos, una goma del pelo, una goma de borrar, una barbie, un coche de bomberos, una botellita de suero fisiológico, un pañal, crema hidratante...

Creíamos que el bolso mágico de Mary Poppins era una invención, pero no, ¡estaba basado en un bolso de madre!

2.- Los nombres: Una mujer, cuando se convierte en madre, irremediablemente olvida el nombre de las cosas y lo sencillo que puede resultar dar órdenes cuándo se expresa uno con claridad. Comienzan a pedirte las cosas con expresiones tales como "traéme la cosa marrón, que está sobre lo verde, en la habitación aquella".

Por no hablar de cuando llaman a unos hijos con el nombre de otros, o incluso con el del perro.

Lo más triste es que los hijos, a los que nos han lavado el cerebro desde recién nacidos, las entendemos.

3.- Poca necesidad de dormir: Las madres se acuestan tarde, porque después de bañar a los niños, darles de cenar, leerles un cuento... Cenan ellas, recogen los cacharros, cosen un botón que se ha caído del babi del cole, cortan la tela para el disfraz del baile de fin de curso y por fin aprovechan un poco su tiempo libre y tranquilo...

Durante la noche se despiertan al mínimo ruido, cuando el nene tose, cuando el nene se hace pis, cuando el nene tiene miedo, cuando el nene tiene sed...

Y por la mañana se levantan bien temprano, para ducharse, despertar a los nenes con cariño, prepararles el desayuno, volver a despertarles al grito de "hoy llegais al cole tarde", preparar el bocadillo para media mañana...

Esto desemboca en el hecho de que a las madres les baste con dormir un par de horas. Lo cual, cuando eres adolescente, es una auténtica putada: se despiertan cuando llegas, por lo que se enteran de que llegas tarde y tajada, y se despiertan cada vez que te mueves, por lo que se enteran cada vez que vas al baño a potar y a las ocho de la mañana están en pie, cantando pasodobles y descojonándose del dolor de cabeza que te están causando (¿o eso es sólo la mia?) .

4.- Memoria para los detalles: las madres se acuerdan de un montón de cosas, relacionadas con sus hijos, que a los demás no nos llamarían nunca la atención. Que fulanito no come pimiento verde, que menganito bebe tónica, que a zutana le gusta una pastita con el café, que llames a tal porque es su cumpleaños, que llames a Pascual para ver que le dijo ayer el médico, que la comida favorita de aquél es aquélla...

En mi madre, dado lo enorme de su número de hijos, ésta es una virtud que admiro muchísimo. Yo no me sé la mitad de las fechas de cumpleaños de mis hermanos, y ella se acuerda de los cumpleaños, santos y aniversarios de boda de sus hijos, hijas, yernos y nueras. Por no hablar de las fechas relacionadas con los nietos.

Además, sabe cuando tienes un día importante, crucial, y siempre te llama para ver qué tal. En mi época de estudiante siempre le pedía que pensara en mí a la hora que tenía el examen, en la firme creencia de que me daba buena suerte. Hoy en día, en esos días que tiene mi profesión en los que te juegas el trabajo de meses a una carta, le sigo pidiendo que se acuerde de mí a una hora concreta. Seguro que a veces se le olvidará, pero estoy convencida de que el 95% de las veces se acuerda, bien cinco minutos antes, bien cinco minutos después ¿Por qué? Porque es una madre de raza, y las madres se acuerdan de las cosas.

5.- Frases hechas y refranes: Las madres, para educar a sus hijos, recurren a los dichos populares. "Tanto va el cántaro a la fuente..."; "A buen hambre no hay pan duro"; "No pasa nada hasta que pasa"; "Quien a los suyos se parece..."; "Allá donde fueres..."

Como decía, yo creo que todas estas cosas se adquieren al convertirte en madre. Yo, que cada vez abrazo con más alegría la idea de no serlo nunca, creo que no podré comprobarlo por mí misma, pero mi hermana dará a luz su primer hijo dentro de poco y pienso estar atenta a todos los cambios que experimente.

13 comentarios:

Quic dijo...

"Trae el chisme que está allí". Ésa es mi madre. Qué verdad es lo de la memoria, es impresionante.

Gran post.

Quic dijo...

Ah, y el "no pasa nada hasta que pasa" es un clasiquísimo que seguro que nos lo han dicho a todos.

Anónimo dijo...

Mi madre es una campeona. Nadie mejor que ella para ciertas cosas, como ver telefilmes en el sofá, preguntarle cómo se prepara tal o cual plato o contarle las penas que no le puedo contar a nadie más.

Pero yo, que no tengo hijos, empiezo a notarme ciertas cualidades que tú sólo atribuyes a las mamás. Buena memoria para los cumpleaños, mala para poner nombre a los objetos que me rodean, frases hechas... ¿Qué me pasa?

qelena dijo...

Traeme el dése que está allí encima de aquello... sí,allí.
Verídico.
Otra cosa que he notado es que mis padres se comunican en un espacio temporal distinto al del resto de humanos. A saber:
'¿Has ido a ver a Fulanito?¿Cómo está?' Le pregunta mi padre a mi madre.
Mi madre no responde, sino que sigue haciendo lo que estaba haciendo, y los demás también: comer. Surgen otras conversaciones, otras preguntas, otras respuestas... y a los 10 minutos dice mi madre:
'Sí, ayer le vi un rato y está mejor.'

Increíble.

Sr elixis dijo...

Me he reido un montón con este post. Lo del bolso es verdad, mi madre lleva todas esas cosas jajajaja

J. dijo...

"Si la piedra cae sobre el huevo, mala suerte para el huevo. Si el huevo cae sobre la piedra, mala suerte para el huevo" esto lo decía la madre de un amigo mío en Suiza. Lo decía siempre!
Ahora que soi casi 9 años independiente, alucino como mi madre puede estar 8 horas en la oficina trabajando, hacer la compra, cocinar y recoger la cocina, llevar la casa, sacar al perro, solucionar imprevistos, etc. Y es que mi padre baja a currar a las 7.30h sube a casa pasadas las 19.30h, y si hace falta currar el finde... pues se fastidia.
Con todo este follón de mi mami, encima se me ocurría decirle en la mesa "La carne se a enfriado!!".

Ayyyy mi mama

noviocadáver dijo...

mi madre no coincide en muchas cosas de ese perfil, pero la verdad es que yo la admiro un huevo, coño, y la cantidad de cosas que pueden hacer quejándose menos que nadie...

mari-ici dijo...

uff, lo poco que me falta a mi para todas esas cosas, espero que por fin sea capaz de apagar una luz al salir de una habitación, y me preocupa mucho muchisimo lo de los nombres, yo, a la que sólo entiende pot a la 1º, q sólo gano al trivial si pot me traduce..., pot tendras q venirte al infinito, porq como desaparezcan más palabras de mi vocabulario.....

ATT dijo...

Joder, ¡hace cuánto no me llamaban pot! Jajaja, paso de irme al Infinito, si quieres que te traduzca, vuelve tú al mundo civilizado, hermanita

Anónimo dijo...

Yo siempre digo lo idem pero a mi manera...madre no hay más que una y a ti te encontré en la puta rue! Perdón por lo de "encontré"...
Decir que mi madre es genial: mi mejor amiga, mi confidente, y porque no decirlo a sus 54 años está guapísima y con un tipazo de la "muedte".
Ha superado un cáncer y la admiro por su gran valentía y por su saber estar en cada momento.

Anónimo dijo...

Te he enlazado a mi blog.
Saludos.

Anónimo dijo...

Efectivamente la maternidad es un ejercicio tal de entrega que da bastante miedo. Esa idea de tener o no tener a mi tambien me ronda. Ser padre...que vértigo...

Besos.

Haters dijo...

estoy borrrrrrrrracho. es por cambiar de tema sabes'