Sé, mis pequeños blogovidentes, que echábais ya de menos que os pusiera los dientes largos con mis magníficas cocinitas.
Bueno, se acabó la espera. Hoy os contaré, mis pequeños muertos de hambre, cómo podeis deslumbrar a grandes y pequeños con una receta sencilla a la par que sabrosa: calabacines rellenos.
Coged un calabacín hermoso (o más, dependiendo de cuántos seais, mi receta es para dos personas), peladlo y partirlo por la mitad. Ponedlo a hervir durante cinco minutillos.
Una vez hervido, escurridlo y abridlo a lo largo, también por la mitad. Os quedarán cuatro trozos alargados cuyo contenido debeis vaciar con ayuda de una cuchara, de modo que cada calabacín se convierta en el cuenco que será rellenado a continuación.
Por otra parte, partid un poco de cebolla y un poco de pimiento verde, muy picadido, sofreidlo con carne picada (1/4 kg. más o menos), especiadlo al gusto (yo le echo romero, orégano, pimentón, pimienta negra y sal) y echadlo una gotita de tomate triturado, sólo un poco, para darle color.
Una vez hecho esto, rellenad los calabacines con la carne y ponedles encima un poco de queso (en esta ocasión yo puse encima de cada uno medio tranchete, que en algo hay que gastarlos), disponedlo todo en una fuente para horno y reservar.
Por otro lado se hace la bechamel (me da absolutamente igual que no se escriba así, que lo sepais). Yo la hago así: Sofrío un poco (muy poco de cebolla) en un cazo en el que luego añado un vaso de leche y lo pongo a calentar a fuego lento.
Por otro lado, a medio litro de leche fría le añado 5 cucharadas de harina bien colmadas y le paso la batidora. Cuando la leche y cebolla que estoy calentando empieza a hervir, lo mezclo con la leche fría y la harina y lo paso todo por la batidora. Lo pongo a fuego lento, meneándolo, hasta que hierva y... voilà.
Una vez hecha la bechamel, cubrid con ella los calabacines, ponedle encima una chispa de mantequilla y un poco de queso rallado y meted al horno.
Se deja un ratito en el horno (10 minutos si el horno estaba ya caliente) y luego se pone grill otro par de minutos, hasta que se dore.
No me direis que no tiene una pinta como para chuparse los dedos.
7 comentarios:
Llevo toda la semana comiendo porquerías de la máquina del curro, así que sí, se me han puesto los dientes bastante largos y pienso hacer la receta (quitando, quizá, el queso, que queda oculto bajo la bechamel y poniéndolo encima, rallado, para gratinar, se me ocurre).
Pero me queda una duda: ¿esta era la famosa "verdura" que Quic presume de consumir en su equilibrada dieta?
MBO también prepara unos calabacines rellenos exquisitos, sólo que en su caso se sustituye la cosa cárnica por atún y olivas. Tu propuesta (muy apetecible, por cierto) me recuerda a mi Moussaka...
P.S.: Sue, se nota que esa especialización que te ha llevado al trabajo en la fábrica de tornillos te hace hábil en la formulación de sagacísimas preguntas, apenas capciosas. Jisjisjisjis.
muy rico, Att. Pero, sinceramente, lo de poner un poco de mantequilla antes de meterlo en el horno me parece un exceso... Cler
Hans, de toda la vida del señor la musaka lleva berenjena y no calabacín.
ATT, de toda la vida del señor, la harina primero se sofríe y no se echa en crudo en la leche, que si no, la bechamel no sabe como tiene que saber.
Pos eso.
Mira, niñata:
La bechamel no tiene por qué sofreirse primero. La dejas cocer los sufiente y punto pelota. Así lo ha hecho mi madre de toda la vida del seños y hace unas de las 10 mejores croquetas del mundo.
Cuando hayas probado mi bechamel, opinas, mientras tanto... punto en boca.
Pues a ver si me invitas y puedo dar mi opinión con fundamento.
NIÑATA.
me encanta el amor entre lesbianas... desde aquella noche en q compartisteis a Pablo ya nada es igual entre vosotras
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