18.9.06

El ciego del subnormal.


Este ha sido, por motivos que no voy a hacer públicos (al menos, no por este medio) uno de los peores fines de semana de mi vida Empezó dejándonos sin esos tres días de playa y relax que teníamos programados y siguió con mucho estrés, mucha tensión, mucha responsabilidad, mucha preocupación, y muy pocas (pero muy pocas) horas de sueño.

Para relajarnos de todo eso, el domingo decidimos tomarnos unas horas de descanso e irnos a la casa de campo a comer, con colegas, con sus hijos, con sus perros... Pero no iba a ser la comida bucólica que esperábamos porque estaba claro que este no era mi fin de semana, pero yo no me había percatado de ello.

Salimos de casa, dispuestos a pasar unas horas estupendas, y ocurrió el primer desastre: Mari Puri no arranca, se ha quedado sin batería (de flipar, porque estando quieta todo el mes de agosto tenía la batería como una rosa, y este fin de semana, que ha estado de un lado para otro, decide quedarse sin batería). Llamo a mi hermana: "Oye, que no vamos, que estoy sin batería y voy a llamar al RACE". "No llames, que seguro que tardan un huevo en ir. Voy para allá y le ponemos las pinzas, que tardamos menos".

Vienen, ponemos las pinzas y... nada. La batería está tan descargada que no sirve de nada. "Mira, que le den. Nos vamos en tu coche y ya me preocuparé de llamar al RACE esta noche".

Nos vamos, nos perdemos gracias a Gallardón y a sus zanjas. Nos pilla el atasco del siglo, pero no desistimos y por fin llegamos a la casa de campo. Hemos quedado en el lago pero... oh, mierda, la casa de campo está cortada, y desde dónde hemos entrado no se puede llegar al lago. Llamamos a aquellos con quienes hemos quedado: no hay problema, no llegamos tarde, llevan una hora perdidos por la M-30.

Tras vueltas y vueltas, y atascos y atascos, nos reunimos todos en el lugar convenido. Eran las 16:30h y a las 17:30 h. teníamos que irnos a ocuparnos del asunto que nos ha traído de cabeza el finde, pero, mira, al menos tenemos una hora de relax.

El coche estaba aparcado en una calle cortada, y no sabíamos como salir de la misma. Mi cuñado: "da la vuelta y sal por esta misma calle" Mi hermana "no, es dirección prohibida" "No puede ser dirección prohibida, porque la calle está cortada y por algún lado hay que salir" "Bueno, lo que tú digas".

!0 metros más allá, nos paran los municipales "señora, iba usted en dirección prohibida" "ya, verá, es que la calle está cortada y no sabía por donde salir" "tenía usted una salida un poco más allá" "ah, es que como había una señal de calle cortada..." "Documentación del vehícuo, por favor" "Tenga" "¿Permiso de conducir?" "Huy, pues no lo llevo encima" "Dejeme su DNI"

Se va el munipa... mi hermana se caga en todo lo cagable, principalmente en mi cuñado y toda su familia... vuelve el munipa "lo dejo en un aviso, pero acostumbrese a llevar el permiso encima y cuidado con las señalizaciones".

Buff, menos mal. Vámonos, anda, que ya se nos ha hecho tardísimo.

Parece que no podía pasar nada más. Pero no canteis victoria demasiado pronto. Nos paramos en un semáforo y el vehículo de delante (bueno, su conductor) decide que quiere aparcar en un hueco que hay al lado de nuestro coche, así que empieza a maniobrar hacia atrás sin mirar si algún coche le impide el paso y sin, por supuesto, darnos tiempo a recular para dejarle el sitio libre.

Aún no sé cómo, pero el tio consiguió meterse en el aparcamiento sin darnos. Y entonces mi cuñado hizo lo único que nos ha hecho reir este finde. Le miró y, aturullado, le dijo "¿Tú eres el tonto del culo o el ciego del subnormal?". No sé si fue tan gracioso, o fue la tensión acumulada, pero a todos los del coche se nos saltaron las lágrimas y no paramos de reir en un buen rato.

Bueno, ya no puede pasar nada más. Sigamos el atasco hasta atocha, dejemos a Quic en el tren camino a casa y los demás encaminemonos a nuestro destino, que ya vamos tarde que te cagas.

Dejamos a Quic y.... oh, horror, la castellana está cortada. Media vuelta, atasco infernal, desesperación ¿qué más puede pasar?. LLegamos a nuestro destino a las 19:30 h. y parece que mi mala suerte se ha quedado en el coche, por fin.

Pero no, Quic me llama y me cuenta que se ha ido sin llaves y no puede entrar en casa. ¿Es o no es para ahorcarse?

Al menos, cada vez que me acuerdo del ciego del subnormal, me descojono.

7 comentarios:

Hans dijo...

Jooooooooooooder... en fin, chatos, qué se le va a hacer. Citando a Loquillo, ese gran amigo de Quic, "Existen días en que nada sale bien".
Espero que la semana compense tanto torcimiento de güiken, y ya sabes: si se te puede echar un cable, no dejes de llamar (y no olviden supervitarminarse y 'mineralisarse' ;-D)

Anónimo dijo...

Me dejas en un sinvivir con ese problema que os ha impedido divertíos este fin de semana. Espero que no sea nada grave.

Anónimo dijo...

voy a hacer lo correspondiente a quic,

att
eres genial

mari-ici dijo...

yo aún lloro con el ciego del subnormal, parir no paro, pero reirme, un rato

Quic dijo...

Se me había pasado añadir que yo no llevaba el abono transporte y tuve que pagar. Por añadirle más dramatismo a la escena.

qelena dijo...

mmmhhhh soy la única que no ha pillado lo del ciego del subnormal????
Hijos, qué mala suerte... pero ahora os tocan por lo menos un par de años sin calamidades...

El Profesional dijo...

Ni de coña, elenita, al menos les tocan un par de meses de calamidades... si está no es la peor navidad va a ser por poco...