El sábado empezó a dolerme un pie. El izquierdo, para más señas. Llevaba unas zapatillas preciosas, pero de una calidad... digamos que dudosa, así que achaqué el dolor a tal circunstancia, pensando que se pasaría al día siguiente.
Pero no. Los días siguientes siguió doliéndome el pie cuando lo usaba, pero el resto del tiempo no me dolía. El lunes noté una pequeña inflamación entre dos dedos y, no sé por qué, decidí que debía haberme roto uno de ellos, así que me puse un esparadrapo uniéndolos. Y prometí que iría al médico si el jueves seguía doliéndome. Tenía un marrón de curro encima de la mesa, qué queréis que os diga.
El miércoles al mediodía se acabó el marrón, y en ese momento me percaté de que no me dolía sólo al caminar, sino todo el rato. Y además me dolía bastante.
El miércoles a las seis me fui al traumatologo de una clínica cercana al despacho. Primero me dijo que podían ser tres cosas. Así que me hizo una radiografía para descartar una de ellas. Y la descartó.
Quedaban dos opciones: el síndrome de Ströikrolngêonk (por ejemplo), que es un Sr. que en sus ratos libres hace mesas del Ikea, o una metatarsalgia.
Como resulta que no tengo entumecimiento en los dedos y con la "maniobra de la pinza" me causaba un leve dolor pero no un dolor insoportable, descartó el síndrome Grönholmflinki y se decantó, en principio (ya veremos), por la metatarsalgia.
Siete días de analgésicos, quince de andar con plantillas de silicona (en los dos pies, claro, no quiero que dentro de 15 días vengas con la cadera torcida) y posterior revisión a ver qué pasa.
Cuando le pregunto que a qué puede deberse esto, me dice que a un mal pisotón, una caída, un golpe, andar más de lo normal, un calzado inadecuado, un mal movimiento... y/o... ¡estrés!
De verdad, ha llegado un punto en el que yo creo que en la carrera les enseñan a que, cuando explican las posibles causas de un diagnóstico deben decir: "bla, bla, bla, bla y por estrés".
Es la releche esto ya.
Pero no. Los días siguientes siguió doliéndome el pie cuando lo usaba, pero el resto del tiempo no me dolía. El lunes noté una pequeña inflamación entre dos dedos y, no sé por qué, decidí que debía haberme roto uno de ellos, así que me puse un esparadrapo uniéndolos. Y prometí que iría al médico si el jueves seguía doliéndome. Tenía un marrón de curro encima de la mesa, qué queréis que os diga.
El miércoles al mediodía se acabó el marrón, y en ese momento me percaté de que no me dolía sólo al caminar, sino todo el rato. Y además me dolía bastante.
El miércoles a las seis me fui al traumatologo de una clínica cercana al despacho. Primero me dijo que podían ser tres cosas. Así que me hizo una radiografía para descartar una de ellas. Y la descartó.
Quedaban dos opciones: el síndrome de Ströikrolngêonk (por ejemplo), que es un Sr. que en sus ratos libres hace mesas del Ikea, o una metatarsalgia.
Como resulta que no tengo entumecimiento en los dedos y con la "maniobra de la pinza" me causaba un leve dolor pero no un dolor insoportable, descartó el síndrome Grönholmflinki y se decantó, en principio (ya veremos), por la metatarsalgia.
Siete días de analgésicos, quince de andar con plantillas de silicona (en los dos pies, claro, no quiero que dentro de 15 días vengas con la cadera torcida) y posterior revisión a ver qué pasa.
Cuando le pregunto que a qué puede deberse esto, me dice que a un mal pisotón, una caída, un golpe, andar más de lo normal, un calzado inadecuado, un mal movimiento... y/o... ¡estrés!
De verdad, ha llegado un punto en el que yo creo que en la carrera les enseñan a que, cuando explican las posibles causas de un diagnóstico deben decir: "bla, bla, bla, bla y por estrés".
Es la releche esto ya.
5 comentarios:
Amputación ya. Que nooooo, que me solidarizo contigo, que te pasa de todo, mujer. Besos!
Es que lo del estrés es muy socorrido. Yo creo que deberíamso contraatacar y estresar a los médicos para provocarles una crisis tipo House.
Si quieres te cuento algo yo acerca del stress.
Ah, no, que aquí lo que procedía era decir 'pobreciiiita' :-D
Conste que yo creo que la causa de lo de mi pie no es el estrés, sino mis zapas de cinco lauros.
Y, Hans, no me jodas, que acabas de hacerte un viaje de puta madre (que no digo yo que no te lo merezcas, pero, en fin...)
El stress afecta a las terminaciones nerviosas y a los musculos, por lo tanto, llega a ser tan comun como un catarro, solo que nosotros a veces no queremos reconocer que puede ser por el stress. Cuando yo estoy estresado, se me carga la espalda de manera impresionante...
mejorate pronto!!!
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