Hoy, en esta maravillosa sección que con tantos seguidores cuenta, os enseñaré o recordaré, según los casos, una receta estupenda, sabrosa a la par que sencilla y que sí, no lo negaré, engorda lo suyo.
Asquerosos amantes de la lechuga dejen de leer ya ¡ar!
Para hacer unos fantásticos huevos con bechamel, lo primero es cocer los huevos, tantos como usted quiera, según el número de comensales. Yo suelo hacer dos huevos por persona.
Una vez cocidos, se pelan y se parten por la mitad. Se saca la yema y se va mezclando poco a poco con atún (de lata, en aceite, al natural) y con tomate frito. Cuando tenga usté una masa aparente, rellena los huecos que han quedado en los huevos al quitar la yema, y los dispone muy monos en una fuente.
Cubra usté posteriormente los huevos con un poco de bechamel (que no pienso repetir cómo se hace, dado que ya lo expliqué aquí).
Échele bien de queso rallado por encima, y métalo al horno un ratillo, primero unos minutos en función horno, hasta que la bechamel haga glup glup, y luego en función grill, hasta que el queso se dore o se funda, según el tipo de queso elegido.
* Nota: en el caso de las fotos, yo hice la bechamel con leche maxnoséqué, de esa que tiene omega y calcio y muchas cosas para niños. Resulta que esa leche es un pelín dulzona, y la bechamel quedó suavecita y de rechupete.